Voice Of The Seven Woods "S/T" (Twisted Nerve, 2007)
Voice Of The Seven Woods
"Voice Of The Seven Woods"
(Twisted Nerve, 2007)
Rick Tomlinson es un músico británico afincado en Bolton, cerca de Manchester, que practica un estilo de música que se podría denominar como psicodélico. Iba a decir "folk psicodélico", pero es una etiqueta que me da náuseas porque hay un millón de bandas absolutamente mediocres que son definidas como "folk psicodélico". Tomlisnon va mucho más allá. Muchísimo más allá.
Tras la publicación de incontanbles CDRs, maxis y siete pulgadas (todos ellos con un muy notable nivel de interés) el proyecto musical conocido como Voice of the Seven Woods (ahora toca bajo el alias de Voice of the Seven Thunders) materializó su culminación con un LP que el sello británico Twisted Nerve publicó en el 2007. Bien. Este disco lo escuché por primera vez hace relativamente poco y me voló la cabezota. A priori -como decía antes- tiene todos los elementos que hacen que un grupo se me indigeste:
1. Están influidos por la psicodelia sesentera
2. Tiene sitars
3. La música recuerda vagamente a Incredible String Band o Pentangle (dos bandas que amo pero que han influenciado a un montón de grupos de mierda)
4. Tiene alguna guitarra con wah wah
5. Algunos momentos te hacen pensar en gente con peinados extraños y pantalones de tergal.
5. Están influidos por la psicodelia turca (!)
Básicamente el disco sería como sintonizar una extraña frecuencia de radio en la que en cada emisora estuvieran pinchando un tema diferente de los 60 (Nick Drake, John Fahey, Davy Graham, Bert Jansch/Pentangle, Can, Hendrix, Zeppelin... además de los citados más arriba) y cada tres o cuatro minutos fuéramos moviendo el dial a un lado o a otro. Normalmente estos discos que abarcan un espectro tan amplio de influencias están muy bien sobre el papel, pero no me acaban de gustar. El conjunto suele carecer de un hilo que lo cohesione todo y te queda la sensación de que estás escuchando un recopilatorio de bandas diferentes. En Voice of the Seven Woods, en cambio, todo cobra sentido: un artista paga su tributo a los gigantes que le enseñaron a andar y lo hace de una manera arrolladoramente personal, genuina. Lo hace como si nunca se hubiera hecho antes y lo hace muy bien.
Un disco realmente sorprendente que me ha abierto las puertas a un músico realmente excitante, a pesar de que se pueda decir que hace "folk psicodélico" (puaj!).
Escucha imprescindible.
Seven Woods